¡DESGRACIADOS!

Aunque creo que sobran las palabras.

La única guerra que hay que hacer es la que utiliza la palabra como arma. La palabra es lo que nos diferencia de los animales, pero actuando así somos peores que las propias bestias. Nos consideramos superiores, pero somos capaces de MATAR POR MATAR. Ya bastantes desgracias ocurren que no se pueden evitar (terremotos, incendios, accidentes, enfermedades, ...) como para provocarlas nosotros mismos. Toda esta inteligencia, esfuerzo, dedicación, ... en MATAR estaría mucho mejor empleada en mejorar la existencia de todos nosotros. O al menos, en no destruirnos.

Pero si es que nadie es INMORTAL. Los que manta, los mismos que matan, dentro de 100 estaran totalmente comidos por los gusanos. Exactamente igual que a los que han matado ¿Entonces para qué? No consigo comprender que el mísero tiempo que existimos sobre la Tierra (qué son 100 años en comparación con la edad del Universo), lo empleemos en producir desgracias voluntarias.

La Guerrera

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