Impresiones desde Escandinavia (I)

- No por ser estranjeros, hablan mejor en inglés que tú.

- La mayor parte de la gente que se sube al ferry Estocolmo-Helsinki (o viceversa) lo hace para darse al vicio. De cualquier tipo.

- Aquí no está mal visto llevar sandalias con calcetines. De hecho, está bien considerado.

- Si no fuera porque los carteles de los escaparates pone "rea" en vez de "rebajas", pensarías que estás dentro de un Corteinglés cuando entras en los principales centros comerciales.

- Una vez más, los HyM compiten en igualdad de condiciones con los Zara.

- Hay quinientos tipos de yogur líquido. De los que he probado, me han gustado todos. Sobre todo cuando mojas galletas.

- Los escandinavos son gente muy maja, pero desayunan a las 4 de la mañana y cenan a las 4 de la tarde.

- Hay muchísimas abejas y avispas (ay, me ha picado una en el meñique:( )

- En vez de palomas en los parques, aquí se estilan más los patos.

- Los escandinavos confían en sus semejantes.

- Los autobuses y trenes son HIPERPUNTUALES. Se pueden calcular milimétricamente los recorridos con múltiples enlaces gracias a su web.

- Aunque no es lo habitual, también hay grafittis y rayones en algunos vagones de metro y tren. Por lo general, están impecables, aunque se caigan de viejos.

- El aire acondicionado es un lujo prescindible en esta parte del planeta. Las olas de calor como la que estamos pasando es, sencillamente, una en 100 años.

- La vida está más cara aquí, pero tampoco hay que asustarse. Todo es ajustar el presupuesto. Aunque claro, en vez de mochileras, parecemos refugiadas.